Europa, ¿qué proyecto?

1 de febrero de 2020

Llegó el Brexit y llevamos ya unas semanas con la prensa y los “gurús” haciendo cábalas sobre sus consecuencias: ¿Cómo afectará a las exportaciones de nuestras empresas agrícolas?, ¿Qué pasará con tantos británicos afincados en la Costa Blanca?, ¿Y con los españoles y europeos trabajando en Reino Unido?, ¿Necesitaremos pasaporte para viajar allí a partir de 2021?, ¿Tendremos que volver a pagar roaming?, ¿Y cómo quedará el Estatuto de Gibraltar?

Y así podríamos seguir preguntándonos por las consecuencias de la decisión de un país de abandonar el “barco europeo”, que para la línea de pensamiento dominante es el súmmum de todas las bondades.


Pero quizá nos olvidamos de preguntarnos algo más profundo: ¿Por qué? ¿Por qué los británicos se marchan a explorar lo desconocido, y por qué también de hecho casi ninguno nos sentimos interpelados con lo que “pasa” en Bruselas?

No sólo no me considero euroescéptico sino que, en mi opinión, seguir con el empeño de la construcción de una Europa unida es algo bueno y necesario. Pero quizá el problema surge al considerar que si alguno de los “padres de Europa” levantara la cabeza (basta pensar en Schuman, de Gasperi, Adenauer, Monnet…) no reconocería el proyecto actual.

Conviene saber que el origen de la Unión Europea, y el planteamiento inicial fue hecho por unos auténticos líderes, capaces de planteamientos universales y solidarios, y de llevar esa ilusión a los ciudadanos de sus respectivos países. Planteamientos –de hecho- cristianos, aunque quizá sobre esto escribiré otro día.

Actualmente sin embargo, vemos un proyecto muy alejado de los ciudadanos (¿cuántos de los que lean estas letras sabrían por ejemplo quién es el Presidente del Parlamento o –Presidenta- de la Comisión), en el que los países “luchan” por el nombramiento de compatriotas que signifique mayor cuota de poder, por ganar al “contrario” unos fondos de Desarrollo Regional o Rural, por “ajustar” sus cuentas para poder acceder al Fondo de Cohesión, en el que los Partidos Políticos premian a sus “viejas glorias” con un puesto de Parlamentario en Bruselas,…

Espero no haber cargado las tintas pero en definitiva me parece que por distintos motivos, quizá uno destacado la falta de liderazgos, desde hace ya tiempo el proyecto de una Europa de los Ciudadanos o una Europa de las Naciones, se ha convertido en una Europa egoísta y de los políticos… Y a ese “proyecto” no le veo mucho recorrido.

Hace ya casi cuatro años, a finales de febrero de 2016, publiqué un artículo en el que me preguntaba si el “Brexit” iba a ser “sólo una crisis más”. Y mi conclusión era clara: “En la construcción de Europa está fallando definir qué nos une. Mientras no hagamos eso, me temo que podemos estar otros 50 años construyendo una casa sobre arena, y teniendo que conceder privilegios y excepciones a países para que no se vayan de la Unión.”

Considero una pena haber “acertado” con el Brexit, pero me temo que como no redefinamos el Proyecto algún país más tomará las de Villadiego.


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